martes, 9 de abril de 2013


El alcoholismo en la adolescencia

El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento  inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quizá de forma más acertada, como una enfermedad compleja, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años, los primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que influye poderosamente en la elección por parte del enfermo de sus amistades o actividades. El alcohol se está considerando cada vez más como una droga que modifica el estado de ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una costumbre social o un rito religioso. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte.(1-3).
Según la OMS “son alcohólicos aquellos que beben en exceso y cuya dependencia ha alcanzado un grado tal, que determina la aparición de visibles perturbaciones interpersonales, físicas y del inadecuado funcionamiento social y económico.

Se realizó un estudio epidemiológico observacional en el que se encuestaron a 1059 alumnos, de ente 14 y  20 años; de los cuales 47 % eran del sexo masculino y 53% del sexo femenino. 
  • Del total de la población, 69,5% de jóvenes consumían bebidas alcohólicas.
  • El dato mas interesante fue que en el 45,7% la edad de comienzo del consumo en ambos sexos fue a los 15 ± 1 año y el 19,4% fue a los 14 ± 1 año.
  • El 92,1% refirió beber en grupos y los lugares donde se lleva a cabo este consumo son en la gran mayoría en fiestas (53%).
  • El tipo de bebida que mayormente consumen son: cerveza 53,9% y sidra 47% y solo el 14% manifestaron haber llegado a la ebriedad al menos una vez.
  • A su vez el 83,1% refirieron conocer los efectos nocivos que el alcohol genera en el organismo y dentro de estos las mujeres mas que los hombres.
  • Cuando se analizo la relación entre el tabaco y el alcohol se observo que solo el 24% de los jóvenes que consumían alcohol también tenían el hábito de fumar, con un mayor consumo por parte del sexo masculino.




el tabaquismo en la adolescencia

El tabaquismo en la adolescencia. Etapa donde aparecen las dudas lo cual provoca que en determinadas ocasione se imiten patrones de conductas poco saludables, como la tendencia al tabaquismo.

inicio de este vicio:
Por seguir el mal ejemplo de compañeros, padres, hermanos, e incluso de figuras con arraigo popular. El deseo de semejarse a los adultos, la curiosidad y disponibilidad de acceder fácilmente a los cigarrillos, permiten la experimentación.

También se encuentra enfrentar prohibiciones, la irritabilidad, inquietud, ansiedad, deterioro de la concentración, disturbios del sueño, tensiones y aburrimiento.
No hay camino fácil para dejar de fumar. No se ha inventado ningún medicamento mágico para ello… todo depende de la decisión de cada persona.
Todo fumador conoce íntimamente que fumar hace daño, que no es bueno para la salud, pero el hábito y la necesidad de nicotina lo hacen continuar fumando. Hay que afrontar el problema de que el hábito de fumar es una drogadicción a la nicotina.
Efectos del tabaquismo:
El hábito tiende a empeorar la memoria, retrasa el crecimiento y el desarrollo sexual, afecta la apariencia externa y deteriora la cavidad bucal. En los varones provoca cambios morfológicos en la calidad de los Espermatozoides y disminuye la potencia masculina.
El tabaquismo representa uno de los mayores inconvenientes que enfrenta hoy la humanidad. Urge crear en la juventud la conciencia de los daños que ocasiona. Los fumadores disminuyen de cuatro a siete años su promedio de vida, motivo suficiente para considerar la posibilidad de comenzar un día regalándole aire puro a sus pulmones y no humo.
Anualmente fallecen 1,200,000 personas por el hábito fumar; uno de cinco muertes está relacionada con fumadores.
Para complicar más el análisis, hay evidencia de que el humo que proviene de un cigarrillo de un fumador puede ser más tóxico para el no fumador que para el mismo que lo inhala a través del cigarrillo. La corriente de humo no filtrado puede contener tres veces más nicotina y 10 veces más concentración de agentes cancerígenos y tóxicos.
El monóxido de carbono en el humo disminuye la habilidad de los hematíes para transportar el oxígeno a las células de los tejidos. La nicotina en el humo acelera el flujo de adrenalina y el ritmo cardiaco, produciendo además vasoconstricción de los vasos sanguíneos.



la sexualidad en la adolescencia

Esta etapa ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud como la segunda década de la vida, es decir, entre los 11 y 19 años de edad, y se acepta generalmente su división en dos periodos:
  • Adolescencia temprana, de los 11 a los 14 años.
  • Adolescencia tardía, de los 15 a los 19 años.
Hay que distinguir entre adolescencia y pubertad, ya que aunque muchas veces son usadas como sinónimos, no lo son. La pubertad es un procesobiológico, mientras que la adolescencia es un fenómeno mucho más amplio, que incluye lo psicosocial.
Los cambios que este proceso hormonal provoca en el cuerpo adolescente son los siguientes:
  • Brote estatural y ponderal. Un repentino y brusco crecimiento y aumento del peso. Es notorio para los padres porque en dos o tres meses la ropa les queda pequeña. Los brazos y piernas dan la impresión de ser muy largos y desproporcionados con respecto al tronco.
  • Crecimiento de los genitales externos e internos. La producción hormonal de los ovarios y testículos los hace crecer y madurar.
  • Aparecen los caracteres sex

    La sexualidad del adolescente y del joven

    Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amory asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto.uales secundarios. Son cambios que vienen a diferenciar los cuerpos hasta ahora muy parecidos de niños y niñas. Se redistribuye la grasa corporal en forma diferente, cambia la voz, aparece el vello corporal específicamente en axilas y pubis.
  • Aparece la menstruación en la mujer y la capacidad de eyacular en el varón, como culminación del desarrollo puberal que nos indica que está casi completada la maduración biológica. Dos años después, aproximadamente, su eje hormonal estará estabilizado.
  • Se producirá el cierre del cartílago de crecimiento, habiendo alcanzado su desarrollo y éste se detendrá.
La capacidad de reproducirse marca el punto culminante en el desarrollo sexual de la persona, pero la sola posibilidad física no es lo que definirá sexualmente al individuo.



La drogadicción en la adolescencia

La adicción a las drogas ilícitas, al alcohol e, incluso, a ciertas drogas empleadas en medicina como los tranquilizantes o los analgésicos, y que se conocen como sicoactivas, es uno de los problemas de salud pública más importantes en todo el mundo.
En ella pueden caer desde los niños y los adolescentes hasta los a los adultos, sin distingo de clase social o de nivel educativo. Es más, la comunidad médica ya considera la adicción como un desorden crónico que afecta a las neuronas encargadas de los procesos mentales de pensamiento, raciocinio, voluntad y placer.
El adicto no es voluntariamente adicto; más bien es víctima de un conjunto de circunstancias orgánicas y ambientales que lo conducen a seguir una línea de comportamiento y un estilo de vida que, si bien puede abandonar, le resulta muy difícil.
De hecho, actualmente los índices de adicción a las diferentes sustancias mencionadas son tan alarmantes, que sus repercusiones, amén de afectar la tranquilidad y economía familiares, constituyen un rubro muy alto en el presupuesto, particularmente en lo que se refiere a investigación médica, prevención y rehabilitación de los adictos. Tan sólo en Estados Unidos, por ejemplo, la inversión de los últimos años ha sido de 80 mil millones de dólares anuales.
Es por ello que trabajar en la prevención es una de las tareas más urgentes de la sociedad, comenzando por la familia, que debe estar adecuadamente informada sobre las “opciones” que se encuentran en las calles, en los círculos de amigos, en los colegios y universidades.


Siendo una enfermedad y no simplemente una costumbre o un vicio, la adicción a las sustancias sicoactivas demanda tratamiento especializado y apoyo familiar, pero, sobre todo, voluntad y deseo de superarlo de parte de quien se encuentra enfermo.
El proceso consiste en una terapia dirigida por un equipo que involucra al médico general, psicólogos y psiquiatras, quienes, junto con los familiares que rodean al paciente, le brindan el apoyo que necesita para superar la dependencia a las drogas.
La estrategia escogida y el tiempo que demande su aplicación dependerá de la severidad del problema de cada paciente. Además, aun cuando el adicto logre salir adelante y abandone el consumo de las sustancias adictivas, debe ser consciente de que su enfermedad, si bien ha sido tratada, no podrá ser curada. Haciendo una comparación, la adicción es como la diabetes o la hipertensión, no se curan pero se manejan con ayuda de tratamientos médicos y el autocuidado del paciente.